27 Jul 3 Claves para tratar la obesidad desde el cerebro
El cerebro está detrás de muchas cosas que nos llevan al sobrepeso y la obesidad.
Diferentes estudios apuntan a que existe una conexión entre la función cognitiva del cerebro y la obesidad, dos puntos que a menudo entran en un círculo vicioso en el que es difícil reconocer cuál es la causa y cuál el efecto.
Estas nuevas investigaciones proporcionan pistas sobre cómo y de que forma intervenir para que puedan interrumpirse esos ciclos y mejorar así el tratamiento de la obesidad.
Disfunción hipotalámica:
El hipotálamo es una parte muy pequeña en el cerebro desde la que se lleva a cabo un control de diferentes procesos metabólicos de nuestro cuerpo. Cuando este área del cerebro no funciona correctamente, existe una mayor predisposición a la obesidad. Pero lo mismo sucede a la inversa. Existe evidencia científica que relaciona una dieta alta en grasas saturadas y carbohidratos con trastornos hipotalámicos.
La respuesta ante la comida.
Como comentábamos en el punto anterior, una dieta rica en grasas saturadas, azúcares y carbohidratos simples produce daños en las estructuras y circuitos cerebrales, interrumpiendo las capacidades cognitivas.
Esto hace que muchas personas se vean incapaces de resistir a la tentación de determinadas comidas o incluso estímulos ambientales relacionados con esa comida. A la vez se entra en un círculo vicioso en el que los cambios patológicos producidos en el cerebro por esa dieta, llevan a comer más alimentos del mismo tipo lo que lleva a un deterioro progresivo y a la cada vez mayor incapacidad para controlar el pensamiento, comportamiento y respuesta ante algunos hábitos alimenticios (comer determinados tipos de alimentos, picar entre horas, comer de forma compulsiva, etc..), en definitiva afectan a la capacidad de la persona para resistirse a comer x.
Beneficios de las intervenciones de estilo de vida.
El actuar y el instaurar cambios en el estilo de vida puede detener o revertir este tipo de deterioro cognitivo.
Un estudio* demostró recientemente que la pérdida de peso y la práctica de ejercicio físico pueden mejorar las funciones cognitivas del cerebro en su relación con el sobrepeso y la obesidad y consecuentemente deshacer ese “círculo vicioso”.
Como conclusión podríamos decir que el tratar la obesidad es sumamente complejo porque entran en juego muchos factores que se interrelacionan entre sí haciendo que se entre en un “espiral” de difícil salida.
De ahí que a menudo sea complicado tratar la obesidad uno mismo sin la ayuda de técnicas (como el Balón Gástrico, el Método POSE o el Método Apollo) que están justamente diseñadas para intervenir en “ese círculo vicioso”, ayudar al paciente a detenerlo, a que inicie una serie de cambios en su vida que acabaran, además de facilitando la pérdida de peso, deteniendo todos aquellos factores que le llevaron a la obesidad,
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