22 Jun ¿Influye la personalidad en el éxito de un tratamiento de la obesidad?
Es un hecho que las causas de la obesidad son múltiples y variadas (estilo de vida, genética, constitución muscular y grasa, etc…), sin embargo cuando hablamos del tratamiento de la enfermedad, la personalidad parece influir en buena medida en las opciones de éxito de perder peso o no perderlo y de perder más o menos peso (nos referimos a cuando las personas con sobrepeso se ponen a dieta sin la ayuda de tratamientos y profesionales que faciliten el cambio de hábitos alimenticios.
Cada vez son más los psicólogos que defienden que existen diferentes rasgos de la personalidad que modelan nuestro comportamiento y que nos hacen más propensos a tener un problema de sobrepeso.
La forma en la que estos rasgos de personalidad hacen más difícil el que una persona por sí misma pueda frenar el problema del exceso de peso tiene que ver con determinados comportamientos como por ejemplo:
.Una menor motivación a comer menos
.Un menor interés por comer sano y reducir grasas, azúcares, etc.. a pesar de que se sepa que contribuyen al exceso de peso
.Un menor interés por practicar ejercicio
De este modo, nuestra personalidad influye en actos que predisponen en mayor o menor medida a la obesidad.
Según un estudio llevado a cabo en la Universidad Doshisha (1) en Japón determinó que algunos rasgos de personalidad considerados negativos favorecen el adelgazamiento. Por ejemplo, en el estudio realizado, los participantes más neuróticos eran a su vez los menos propensos a engordar puesto que su preocupación por el estado de salud y su nivel de motivación ante determinados sacrificios (no comer según qué alimentos o reducir cantidades) era claramente superior al de otros participantes en el estudio que mostraban mayor amabilidad.
Justamente esta “mayor amabilidad” en ocasiones se traduce en no querer herir los sentimientos de alguien y en querer ser aceptados por los demás y esto a efectos prácticos en la comida se podría traducir como un no saber decir “no”. Vendría a ser el típico ejemplo de que te ofrecen algo de comer y aunque no quieras o no te convenga acabes por caer en la presión social y finalmente digas “sí”.
Es por ello que el papel del psicólogo es fundamental en el tratamiento de la obesidad. El psicólogo puede ayudar y acompañar al paciente a modificar aquellos rasgos de su personalidad que le hacen más propenso a no poder luchar de forma efectiva contra el problema del sobrepeso.
En nuestros programas de seguimiento de tratamiento con Balón Intragástrico, Método POSE, Método Apollo, etc… siempre consideramos la figura del psicólogo como parte del tratamiento.
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