Por todo lo anterior, las semanas de vacaciones pueden resultar útiles para iniciar o afianzar el proceso de cambio que supone el poner fin a un problema de sobrepeso. Con independencia de que ese proceso se complemente después con la ayuda de alguna técnica como el balón ingerible o el balón gástrico, el hecho de empezar a mentalizarnos de que debemos hacer algo por cuidarnos y poner fin al sobrepeso ya es, sin duda alguna, un excelente punto de partida.