Afortunadamente cada vez son más los métodos y técnicas de las que disponemos los profesionales médicos para poder ayudar a los pacientes a combatir el problema del sobrepeso y la obesidad, y afortunadamente para los pacientes, la tendencia es que estos tratamientos cada vez sean menos invasivos (endoscópicos en lugar de quirúrgicos) y más “sencillos” en el sentido de contribuir a que todo el proceso sea más cómodo, implique pocas molestias, riesgos de complicaciones mínimos y abarque una gama de indicaciones bastate completa que va desde un sobrepeso leve hasta una obesidad mórbida.

Dentro de este abanico de posibilidades y técnicas endoscópicas para tratar la obesidad hay un tratamiento que podríamos clasificar como “un clásico”. Ese tratamiento es el Balón Intragástrico una técnica que lleva más de quince años realizándose.

Nuestra experiencia nos dice que se trata de una opción muy efectiva siempre y cuando se entienda bien el concepto y siempre y cuando se haga un buen seguimiento del paciente. Un seguimiento que no se concibe sin la participación de diferentes profesionales médicos (psicólogos, nutricionista, etc…) que ayuden al paciente a abordar y tratar el problema de la obesidad desde diferentes perspectivas y de una duración de al menos dos años en los que se siga y evalúe al paciente con el fin de garantizar que ha interiorizado los cambios necesarios para mantener la pérdida de peso a largo plazo.

Son muchos los estudios realizados a nivel internacional -estudios multicéntricosrealizados a lo largo de esta última década- que han demostrado que sigue siendo una opción efectiva en el tratamiento de la obesidad.

Si estás pensando en adelgazar el balón gástrico o balón intragástrico es sin duda una opción para determinados casos de sobrepeso y obesidad que ofrece diferentes alternativas de duración (balón gástrico de seis meses o un año).

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