23 May Una dieta equilibrada y buenos hábitos alimenticios, claves para la salud intestinal
Actualmente, la salud intestinal, así como la necesidad de desarrollar buenos hábitos alimenticios, se ha convertido en uno de los temas más importantes en nuestra sociedad.
Parece evidente que llevar una dieta equilibrada es suficiente para tener una buena salud intestinal, sin embargo, la Fundación Española del Aparato Digestivo (FEAD) señaló que, para favorecer la prevención de enfermedades intestinales, existen más factores que se deben tomar en cuenta.
La FEAD indicó que existe una estrecha relación entre lo que comemos y cómo lo comemos. En otras palabras, mantener una buena salud intestinal implica seguir una dieta balanceada, pero también tener buenos hábitos alimenticios.
¿Cuáles son esos buenos hábitos que todos deberíamos seguir? Masticar bien, seguir nuestros horarios de comidas y consumir alimentos en buen estado de conservación. Comer de forma desequilibrada y desordenada aumenta la posibilidad de contraer problemas de salud tales como la obesidad o cáncer de colón.
Hoy en día existen muchas dietas que no solo prometen perder peso, sino que aseguran que el paciente tendrá una buena salud intestinal; sin embargo, la mejor dieta para mantener la salud digestiva es la dieta mediterránea. Este régimen conlleva un alto consumo de alimentos frescos como verduras, frutas, cereales y pescados. Además, recomienda el consumo de aceite de oliva como grasa principal.
Alimentos que provocan síntomas gastrointestinales: intolerancias y alergias
Una persona debe seguir una dieta específica cuando los alimentos que consume provocan la aparición de síntomas gastrointestinales, tales como: intolerancias, alergias, dolencias intestinales, enfermedad celíaca y síndrome del intestino irritable.
Entre los alimentos que provocan una mayor intolerancia se encuentran el gluten, los endulcolorantes o los lácteos. Este síntoma se presenta porque el metabolismo no produce ciertas enzimas que permiten la digestión, metabolización y absorción de estos alimentos. Por ello, es necesario que cada persona sea consciente de sus propias reacciones ante ciertos alimentos y comience a reemplazarlos.
Las intolerancias alimentarias no solo implican que una persona no puede comer determinado alimento, sino que este padecimiento puede derivar en el síndrome del intestino irritable. De hecho, 40% de las personas que sufren de intolerancias desarrollan este síndrome. Pero tal y como se mencionó anteriormente, la salud intestinal está muy relacionada con el seguimiento de una buena dieta.
En el caso de las personas que sufren de intestino irritable se recomienda que adopten la dieta FODMAP, la cual consiste en evitar los siguientes compuestos:
· Fructosa: se encuentra en la fruta, en la miel y en los siropes.
· Lactosa: en los lácteos como la leche, el queso y el yogur.
· Fructanos: se encuentra en el trigo, el ajo, la cebolla, la alcachofa, los guisantes, los espárragos, el puerro, achicoria y alimentos que contengan fibra inulina.
· Galactanos: en legumbres (incluida la soja).
· Polioles: presente en edulcorantes con isomaltosa, manitol, sorbitol, xilitol y frutas de hueso como el aguacate, los albaricoques, cerezas, nectarinas, melocotones, ciruelas, etc.
Para tener una buena salud intestinal, se debe favorecer el consumo de alimentos que aporten beneficios y, por supuesto, es necesario adquirir unos buenos hábitos.
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